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Diagnóstico energético en alumbrado público: lo que todo responsable de alumbrado público necesita saber

El alumbrado público es fundamental para la seguridad y el bienestar de las ciudades, pero también implica un alto consumo de energía y un peso significativo en el presupuesto municipal. Este artículo explica cómo llevar a cabo un diagnóstico energético de tu red de iluminación pública, paso a paso, y detalla las herramientas y normativas clave que debes considerar para optimizar tu sistema.

 ¿Por qué hacer un diagnóstico energético?

  • Impacto presupuestal: Proveer el servicio de alumbrado puede representar hasta el 85.6 % de los ingresos operativos de un municipio.
  • Demanda creciente: En México hay más de 11 millones de puntos de luz, con un consumo que supera el 2 % de la energía eléctrica nacional.
  • Insatisfacción ciudadana: Más del 56 % de la población percibe insuficiente la iluminación urbana, asociándola con inseguridad.

Un diagnóstico energético revela con datos precisos dónde, cómo y cuánto consumes, y abre la puerta a mejoras eficientes.

Conceptos básicos

Antes de iniciar cualquier análisis o propuesta de mejora, es importante manejar con claridad algunos conceptos fundamentales relacionados con el consumo energético. Estos términos permitirán interpretar los resultados del diagnóstico con mayor precisión y entender el impacto de cada tecnología en el uso eficiente de la energía.

  • Demanda (kW): Potencia requerida en un instante.
  • Consumo energético (kWh): Energía utilizada durante un periodo.
  • Eficiencia energética: Ofrecer el mismo nivel de servicio con menor consumo.
  • Ahorro de energía: Reducción de consumo tras adoptar tecnologías eficientes.

Conoce el marco normativo y tarifas

Antes de aplicar cualquier normativa o revisar tarifas, es fundamental conocer el marco legal y técnico que rige el alumbrado público en México. Esto asegura que cualquier mejora o sustitución tecnológica cumpla con los estándares de eficiencia, calidad y seguridad establecidos por la ley.

  1. ISO 50002: Estándar para auditorías energéticas, que define las fases del diagnóstico.
  2. NOM-031-ENER: Certificación de luminarias (≥ 6 000 h de vida útil, ≥ 105 lm/W, garantía mínima de 5 años).
  3. NOM-013-ENER: Niveles de densidad de potencia (W/m²) e iluminancia según tipo de vialidad.
  4. Tarifas eléctricas:
    • Baja tensión: Costo variable aproximado de 5 MXN/kWh.
    • Media tensión: Costo variable aproximado de 2.3 MXN/kWh.
      Elegir correctamente la tarifa puede suponer un ahorro inmediato de hasta 50 % en costo variable.

Cómo realizar un diagnóstico energético en cinco pasos

Fase 1: Recopilación de datos

  • Censo de luminarias: tipo, potencia, tecnología (vapor de sodio, LED, solar) y ubicación.
  • Registro de tarifas, periodos de facturación y mediciones de consumo (estimado o medido).

Fase 2: Análisis de consumo

  • Cálculo básico:
    Consumo (kWh) = Potencia (kW) × Horas de uso/día × Días al año
    
  • Ajuste por factor de pérdida auxiliar (~25 % en luminarias).

Fase 3: Identificación de oportunidades

  • Detectar equipos obsoletos o sobreiluminación.
  • Clasificar vialidades por geometría (interposte, altura, carriles, pavimento) y seleccionar curvas fotométricas (tipo 2/3 para vías, tipo 4 para áreas abiertas).

Fase 4: Evaluación de soluciones

  • Comparar costo y ahorro: los sistemas más antiguos y menos eficientes pueden representar mayores oportunidades de ahorro energético —en algunos casos de hasta un 80 %— cuando se sustituyen por tecnologías modernas. En cambio, sistemas que ya cuentan con mejoras parciales o tecnologías intermedias ofrecerán ahorros menores, aunque también significativos.
  • Viabilidad técnica: considerar baterías, telegestión y interoperabilidad de nodos de control.

Fase 5: Medición y maximización

  • Implementar telegestión para medir consumo y potencia en tiempo real.
  • Detectar fallas vía alertas automáticas y programar dimming según demanda.

Aspectos técnicos clave a tomar en cuenta

Existen varios factores técnicos que pueden condicionar el desempeño y la eficiencia del sistema de alumbrado. Esta sección resume los más relevantes a considerar antes de plantear una intervención o proyecto de mejora.

  1. Infraestructura eléctrica: Es importante evaluar si la red eléctrica es aérea o subterránea, ya que esto influye directamente en los costos de mantenimiento y en la exposición a daños ambientales. Además, se debe revisar el tipo de postes (concreto, metálicos o de madera), su altura, resistencia estructural y estado general, ya que una infraestructura en mal estado puede limitar la eficacia de cualquier modernización del sistema de iluminación.
  2. Temperatura de color: La temperatura de color influye directamente en la percepción visual, el confort y la seguridad. En zonas con neblina o cielos oscuros, se recomienda una temperatura cálida de 2 700 K (ámbar), ya que reduce el deslumbramiento y mejora la visibilidad en condiciones atmosféricas difíciles. Por otro lado, en avenidas urbanas con alto flujo vehicular, se puede utilizar una temperatura de hasta 5 000 K, que proporciona una luz blanca intensa, adecuada para entornos donde se requiere mayor visibilidad y reconocimiento de objetos o peatones.
  3. Índice de protección (IP ≥ 65): Se recomienda utilizar materiales galvanizados para garantizar una mayor resistencia a la corrosión, especialmente en zonas con alta humedad o cercanas al mar. Estos materiales deben pasar pruebas como la cámara de niebla salina, que simulan condiciones extremas de exposición para asegurar la durabilidad de la infraestructura durante años de operación sin deterioro significativo.

Potencial de ahorro y financiamiento

  • Ahorro potencial: El rango de ahorro energético depende en gran medida de la antigüedad y eficiencia de la tecnología actualmente instalada. Los sistemas más obsoletos —como lámparas de mercurio o vapor de sodio de alta potencia— suelen implicar los mayores desperdicios energéticos, por lo que su sustitución por luminarias LED o solares modernas puede generar ahorros cercanos al 80 %. En contraste, instalaciones con tecnologías parcialmente eficientes o con mejoras recientes podrían experimentar ahorros más moderados, cercanos al 20–40 %, aunque siguen siendo relevantes desde el punto de vista financiero y ambiental.
  • Esquemas de proyecto: Los modelos más utilizados para implementar proyectos de alumbrado público son:
  • Adquisición directa (73 %): el municipio compra los equipos y asume toda la inversión inicial. Este modelo otorga control total, pero requiere capacidad presupuestaria.
  • Prestación de servicios (21 %): una empresa privada se encarga del diseño, instalación, operación y mantenimiento, y el municipio paga por el servicio durante un periodo acordado. Ideal cuando no se dispone de inversión inicial.
  • Arrendamiento (4 %): el municipio renta el equipo, con opción a compra al final del contrato. Permite evitar gastos iniciales elevados.
  • Concesión (2 %): se otorgan derechos a un tercero para operar el sistema de alumbrado, a cambio de una contraprestación o compromiso de mejora. Es útil en proyectos a muy largo plazo o cuando se busca modernización integral sin impacto presupuestal inmediato.
  • Fuentes de financiamiento: El financiamiento para proyectos de alumbrado público puede provenir de diversas fuentes. Banobras, a través de programas específicos, puede cubrir hasta un 63 % del capital necesario (CAPEX), especialmente en proyectos que cumplen con criterios de eficiencia energética y sostenibilidad. La banca comercial también juega un papel importante, ofreciendo esquemas de crédito o arrendamiento financiero adaptados a gobiernos municipales. Finalmente, el presupuesto propio del municipio, si bien limitado, puede utilizarse para complementar las inversiones o cubrir mantenimientos iniciales.

Conclusión

Un diagnóstico energético bien estructurado te permite planificar inversiones con datos fiables, priorizar áreas de mayor impacto, seleccionar tecnologías y tarifas que maximicen el ahorro, e implementar telegestión para mantenimiento proactivo. Con estos pasos, tu alumbrado público será más eficiente y sostenible.

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