La tensión eléctrica es la diferencia de potencial eléctrico entre dos puntos.
Esto no es más que el trabajo realizado por una unidad de carga para mover dicha carga dentro de un campo electrostático a un punto determinado.
En el uso de la energía eléctrica se emplean algunas tensiones las cuales son distribuidas de manera estratégica para hacer eficiente el transporte de la energía.
A su vez, esta energía pasa por tres etapas: generación, transporte y distribución.
El proceso inicia con la generación de electricidad llevada a cabo en las centrales eléctricas donde se utilizan turbinas de energía primaria y se emplea un alternador para generar corrientes eléctricas.
Posteriormente, estas corrientes llegan a una subestación eléctrica donde pasan por un transformador de tensión que baja la tensión a niveles aptos de consumo para así poder distribuirla por medio de cables.
Valores de tensión que se ven involucrados durante el proceso de transporte de energía
Alta tensión:
Se genera en las centrales eléctricas y se transporta a las subestaciones a través de torres eléctricas y gruesos cables con un valor de tensión superior a 25 kV.
Media tensión:
Se transportan desde las subestaciones a bancos de energía de baja tensión, los cuales se encuentran conectados por el suministro de corriente eléctrica, dicha tensión es menor a los 25 kV y mayor a 1kV.
Baja tensión:
Es la tensión menor a 1kV que llega en forma de corriente alterna para suministrar hogares, industrias y alumbrado público, dicho suministro se adapta a los valores estandarizados para su uso.
Cada uno de estos valores y canales de reducción de tensión constituyen a la red de distribución.